Ricos y Poderosos
Marco Antonio Mares
Optimismo fundado: Rogelio Ramírez de la O
El secretario de
Hacienda, Rogelio Ramírez de la O,
admite que el Paquete Económico es
optimista.
Tiene confianza en que se cumplirán las proyecciones
de crecimiento económico, de entre 2
y 3% y se logrará el objetivo de
reducir el déficit público de 5.9% a
3.9% del Producto Interno Bruto,
para el próximo año 2025.
“Tenemos que cuidar no sólo el grado de inversión;
el acceso al crédito del gobierno –incluída
la banca de desarrollo y todos los
entes gubernamentales–; y evitar un
impacto negativo en el crédito del
sector privado”, destacó.
El responsable de las finanzas públicas, en una
entrevista con el periodista Joaquín
López Dóriga, en Grupo Fórmula,
fundamentó sus expectativas
favorables.
De entrada, sostiene, que la sola difusión del
Paquete Económico (que incluye los
proyectos del Presupuesto de Egresos
de la Federación, la Ley de Ingresos
y los Criterios Generales de
Política Económica), vino a disipar
la incertidumbre y especulación,
previas.
¿Por qué? Porque –desde su punto de vista– viene a
disipar que sí es posible reducir el
déficit público, estabilizar la
situación macroeconómica, aplicar
recortes al gasto y financiar los
programas sociales, al mismo tiempo
que se pagan las pensiones y se
cubre el costo financiero de la
deuda. En 2025, las cosas comenzarán
a regresar a la normalidad, en
términos del nivel de déficit
público en México. El objetivo se
logrará con mayores ingresos y la
parte mayor con reducción del gasto.
Ramírez de la O, asegura que el presupuesto es
realista porque nunca se pensó en el
gobierno que ese nivel de gasto era
sostenible.
El balance presupuestal que se presenta –dice– es
factible y se logró compaginar el
compromiso de reducir el déficit,
recortar el gasto y hacer que todos
los egresos cupieran.
Se incluyó todo lo irreductible: los programas
sociales preexistentes, dispuestos
en la Constitución; los que anunció
la Presidenta, Claudia Sheinbaum;
las pensiones, que no se pueden
dejar de pagar, y el costo
financiero. Todo cupo en el
presupuesto que arroja un déficit de
3.9%.
El secretario de Hacienda reveló que la diferencia
entre egresos e ingresos es por
alrededor de mil millones de pesos,
y una parte de ella comenzará
financiarse a partir del próximo
año, aunque se ofertarán menos bonos
de los que se colocaron en este año
2024.
De los 9 billones de pesos de egresos, alrededor de
6 billones de pesos, se concentran
en los programas sociales, más el
costo financiero de la deuda que
borda los 1.4 billones de pesos,
entre otros.
Hay una marcada rigidez en el gasto total –reconoce
el funcionario– lo que implica que
gran parte del presupuesto está
comprometido, más el objetivo de
reducir el déficit fiscal en dos
puntos del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, destaca que viene un aumento importante
en los ingresos con una serie de
actualizaciones de ciertos cobros
que vienen incluidos en la
miscelánea fiscal.
Un ejemplo es el cobro de impuestos que comenzará a
hacerse a todas las plataformas que
venden productos de importación en
México.
El Impuesto al Valor Agregado que se les cobrará,
representará un ingreso importante
además de que será una acción de
justicia para los comercios
establecidos en México.
En lo que toca a la proyección de crecimiento de
entre 2 y 3% del PIB para el cierre
del 2025, aseguró que tiene
elementos concretos para que se
logre tal dinamismo en la economía.
Recordó que del 2021 al 2023, los analistas fallaron
en sus pronósticos, muy por debajo
de los oficiales.
En el 2021, el PIB creció a una tasa del 6% cuando
los analistas al inicio de ese año
pronosticaron una tasa del 3%; en el
2022 el crecimiento fue de 3.7% y
los analistas habían anticipado una
tasa de 2.9% y en 2023, el gobierno
proyectó una tasa de 3.2% y los
pronósticos privados fueron de 1.4%.
Una de las razones para el pronóstico oficial de
crecimiento de entre 2 y 3% es un
sólido crecimiento del consumo
privado, en virtud del gasto directo
al consumo que permiten los
programas para los adultos mayores
que ronda los 483 mil millones de
pesos.
Es un nivel alto de consumo social que no han
considerado los analistas privados,
advierte. Otra razón para
fundamentar el crecimiento, es que
la decisión gubernamental de reducir
el déficit fiscal es un factor de
confianza para el sector privado y
esto tendrá un impacto positivo en
sus inversiones y consumo general.
Un tercer elemento es que la elección de Donald
Trump provocó un aumento en la Bolsa
de Valores de EU que tendrá un
impacto de riqueza en los bolsillos
de las clases medias y altas e
impactará en el gasto de ese país.
En cuanto a la reciente revisión a la baja de la
perspectiva de la deuda de México
por parte de Moodys, Ramírez de la O
señala que la agencia calificadora
“tiene otros temas, hay reformas que
están en la mesa” que no tienen que
ver con el presupuesto.
Pero por el plano económico, la secretaría de
Hacienda está haciendo lo que le
corresponde para eliminar la
incertidumbre. Son las razones del
responsable de las finanzas
públicas.
Sin demérito de sus razones para el optimismo, falta
ver qué medidas específicas toma el
presidente Donald Trump en contra de
México y los conflictos bélicos en
el mundo.
Al tiempo.
Twitter: @marco_mares |
(La columna Ricos y Poderosos se publica de
lunes a viernes en el periódico El
Economista. Se reproduce con la autorización
del autor). |